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Elecciones Generales 23J

Democracia, bendita palabra

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22 jul 2023 / 08:14 h - Actualizado: 22 jul 2023 / 08:15 h.
"Elecciones Generales 23J"
  • Democracia, bendita palabra

Hoy, para muchos, no está claro qué significa la palabra «democracia». Cuando algunos políticos usan el término «democracia» lo hacen con pereza intelectual, con falta de conocimiento o con deseo de habilitar la palabra como arma electoral. Muy a menudo se trata de retórica política o demagogia populista.

No hay duda de que el significado clásico de «democracia», que se remonta a la experiencia ateniense, pertenece a una historia remota que ahora, para muchos, nada o muy poco tiene que enseñarnos. Hoy, a ningún político se le escucha decir que el modelo del ágora y la ecclesia tiene alguna relevancia. Tampoco parece que nadie hoy se crea que los partidos políticos sean realmente organizaciones «representativas» que transmiten fielmente las necesidades y expectativas de los votantes a los más altos niveles del poder estatal. Los ciudadanos no escarmientan y parece que no les importe que los políticos les mientan, cambien de opinión o consideren el poder que tienen solo como instrumentos de beneficio propio.

En las sociedades modernas - argumentó Joseph Schumpeter - la democracia se basa en tres principios: el pluralismo de las élites en competencia entre sí por la conquista del poder político; el carácter alternativo de sus programas; una contienda electoral libre y pacífica para la elección del pueblo de la élite gobernante.

Hay la convicción, eso sí, que la gestión del poder debe confiarse necesariamente a una pequeña clase dominante, formada por políticos profesionales con habilidades específicas. Sólo la función de elegir la élite a la que confiar el poder de mando y a la que obedecer disciplinadamente puede reservarse al público «incompetente» de los ciudadanos. Pero ¿alguien habla del bien común? ¿alguien habla de servicio público? O, mejor dicho, si se habla durante las campañas electorales para convencer a los electores, sin embargo, desaparecen de la gestión pública cuando estos políticos llegan al poder. En España, visto lo visto, en los últimos cinco años, los partidos políticos que han gobernado en ningún momento han sido canales de representación política, apoyados voluntariamente por sus militantes y electores. Han sido canales de transmisión de ideologías, productos de propaganda, de acuerdo con hábiles estrategias de marketing televisivo, soportadas por terminales mediáticas subvencionadas.

El domingo se vota. Habrá que agudizar bien nuestra inteligencia y nuestras emociones para que los gobernantes que salgan de las urnas unan a los españoles, traigan concordia y desarrollo. Es hora. España y los españoles se lo merecen.